El estreñimiento y
la inflamación del estómago son algunos de los malestares más frecuentes en el día
a día, dado que se originan por el consumo de ciertos alimentos.
Al padecer estreñimiento
se experimentan problemas a la hora de ir al baño, ya que los desechos no se
liberan de forma normal, causando malestar e incomodidad.
Mantener un bajo
consumo de líquidos, una rutina sedentaria con gran falta de actividad física y
el estrés puede favorecer dicho padecimiento. Igualmente la ingesta de determinados
alimentos –especialmente los de poca fibra- contribuyen con la inflamación del estómago
o el estreñimiento, tales como:
Leche:
Las grasas que
contienen los productos lácteos suelen causar calambres intestinales, inflamación
o estreñimiento en las personas intolerantes a la lactosa. Así que si sufres
con estos alimentos, mejor opta por lácteos con bajo contenido de grasas o
deslactosados, para proteger tu estómago.
Arroz blanco:
Aunque es uno de
los alimentos más frecuentes en el día a día, el arroz blanco es un producto
que carece de la corteza, salvado y germen donde se encuentra la fibra. Por lo
que es una comida con alta concentración de almidón, lo cual retrasa el proceso
digestivo y favorece la aparición de problemas estomacales.
Por lo que si
deseas prevenir el estreñimiento, te recomendamos utilizar arroz integral, ya
que posee una mayor concentración de fibra y no causa daño a tu organismo.
Comida rápida o chatarra:
Son una comida
con alto contenido en grasas saturadas y poca fibra, por lo que su consumo
frecuente facilita padecer de estreñimiento crónico y de obesidad. Por lo que
te recomendamos controlar la frecuencia de esta clase de alimentos en tu día a día.
Carnes rojas:
Aunque la mayoría
de las dietas recomiendan el consumo de carnes rojas, a veces puede causar
malestares estomacales debido a su poca fibra, que dificulta el proceso de digestión.
Para evitar esta situación, se recomienda incrementar la presencia de alimentos
altos en proteínas y fibra como las lentejas o frijoles.
Pan blanco
La harina blanca
ultra-procesada del pan blanco padece de una pérdida de la fibra, es por ello
que tras su consumo, es normal experimentar dificultades en la digestión. Mejor
opta por agregar a tu menú pan de grano entero, y disfruta de su fibra y
delicioso sabor.
Igualmente puedes
mejorar tu salud digestiva al consumir frecuentemente alimentos como la lechuga,
manzana, trigo, quinoa, avena, frijoles, lentejas, garbanzos, semillas de lino,
almendras, chía, girasol y sésamo.
El
calcio es uno de los minerales más importantes para el cuidado del organismo y
un estado de salud óptimo, dado que contribuye al crecimiento y fortalecimiento
de los huesos y dientes.
La
coagulación de la sangre, la contracción muscular, la transmisión del impulso
nervioso y otras labores del organismo requieren de un suministro constante de
calcio para su funcionamiento.
Desde
temprana edad padres y expertos de la salud, recomiendan el consumo de leche,
como una de las principales fuentes de
calcio tanto para niños, jóvenes y adultos. Sin embargo, existen otros
ingredientes que puedes agregar a tu menú para disfrutar de sus beneficios sin
sacrificar tu gusto personal al comer.
Los
siguientes alimentos poseen un rico contenido en calcio que te permitirá
innovar tu menú y jugar con los sabores, al tiempo que cuidas la salud de tu
organismo, al garantizar la ingesta correcta de nutrientes.
Tofu firme:
Tan solo una taza de tofu contiene 861 miligramos de calcio, casi cuatro veces la cantidad que se encuentra en un vaso de leche y tan solo 200 calorías, por lo que es una alternativa ideal para cuidar tu figura y peso sin pasar hambre.
Pescados grasos:
El salmón, el atún y las sardinas poseen una alta concentración de proteínas, calcio y omega 3 y 6. Es por ello que este tipo de pescados grasos, suelen ser una opción perfecta para quienes realizan dieta y buscan mantener una alimentación balanceada y saludable.
Leche de almendras:
Con un bajo nivel de grasas y calorías, la leche de almendras es uno de los alimentos con mayor concentración de calcio. Al combinar con avena, obtienes un aproximado de 600 mg de calcio, en su mayoría gracias a las almendras. Es por ello que es una alternativa bastante popular para las dietas.
Leche descremada:
Aunque todas las variaciones de leche poseen un rico contenido en calcio, la semidescremada posee hasta 4 miligramos extra en comparación con otros tipos de leche. Como resultado de remover la grasa de esta bebida, cuyo líquido almacena este importante mineral.
Espinacas:
Una alternativa ideal para ensaladas, salsas, sopas y otras preparaciones, ya que su sabor neutro combina fácilmente con otros ingredientes. Una taza contiene más de 200 mg de calcio (más que un vaso de leche de vaca), aunque su consumo debe ser esporádico y con cuidado, para no obstaculizar la absorción de este nutriente.
La
dieta basada en plantas es una tendencia que consiste en incrementar el consumo
de alimentos provenientes de las plantas como: verduras, leguminosas, frutas,
cereales y oleaginosas (todas las nueces).
El
principal objetivo de la dieta de plantas es reducir la ingesta de alimentos de
origen animal como la carne, los lácteos y el huevo, al reemplazar su valor
proteico por el de las oleaginosas y leguminosas.
Este
modelo de dieta acompañado de actividad física constante y un menor consumo de
alimento de origen animal brindan una importante mejora a la salud. Dado que
las personas incrementan su inmunidad ante enfermedades comunes y registran menor
incidencia de padecimientos como el cáncer, diabetes y embolias.
Al
llevar a cabo la dieta basada en plantas, se obtiene el peso y porcentaje de
grasa corporal adecuado de forma saludable. Además de registrar concentraciones
normales de colesterol, por lo que existe un menor riesgo de padecer enfermedades
cardiacas debido a su efecto sobre la microbiota intestinal.
El
N-óxido de trimetilamina (TMAO), es un metabolito que se produce al digerir
nutrientes que se encuentran en los alimentos de origen animal, como la carne
roja. Su presencia es señal de mayor riesgo de padecer de ataques cardiacos y
de enfermedades coronarias, por lo que es importante controlar sus niveles en
el organismo.
Es
por ello que se recomienda poner en práctica una dieta basada en plantas con el
objetivo de reducir la cantidad de TMAO que produce el cuerpo y que representa
un peligro para la salud.
Un
estudio publicado en el Journal of the American College of Cardiology, contó
con la participación de 760 mujeres de entre 30 y 55 años de edad. Quienes
explicaron sus patrones dietéticos, hábitos diarios, actividad física y otros datos,
complementados con dos muestras de sangre tomadas con 10 años de diferencia.
Los
resultados indicaron sobre 380 casos de ataque cardíaco y enfermedad coronaria,
donde el nivel de TMAO fue de vital importancia para estos padecimientos. Las
afectadas además de antecedentes familiares de ataque cardiaco, carecían de una
dieta balanceada, por lo que registraron un mayor nivel de riesgo.
Por
lo que es altamente recomendable realizar una dieta basada en plantas para
mantener controlados los niveles de TMAO y así prevenir los efectos secundarios
derivados del consumo de alimentos de origen animal. De esta forma podrás
cuidar de tu figura y alimentación, mientras pruebas nuevas y saludables
opciones de ingredientes y preparaciones.
Durante
los últimos años, el té verde se ha convertido en una bebida bastante popular
entre personas de todas las edades debido a sus múltiples beneficios para la
salud.
Proveniente
del sudeste asiático, el té verde en cualquiera de sus presentaciones (soluble,
bolsas o capsulas), es una bebida refrescante y deliciosa popular incluso en
las más grandes cafeterías.
Su contenido en antioxidantes y múltiples nutrientes, contribuyen a las virtudes terapéuticas y adelgazante del té verde. Por lo que es una bebida con propiedad antidiabética, antiinflamatoria, antibacteriana, antiviral y preventiva contra el cáncer. Entre sus beneficios más destacables se encuentran:
Pérdida de peso:
Los polifenoles del té verde aceleran el metabolismo y ayudan a intensificar los niveles de oxidación de las grasas, convirtiendo los alimentos consumidos en calorías. Por lo que es una bebida recomendada para quienes desean perder un par de kilos extra gracias a su efecto diurético.
Colesterol:
Una investigación reveló que el contenido de antioxidantes del té verde contribuye a regular y disminuir los niveles de colesterol en la sangre. De esta forma, el consumo regular de esta bebida reduce los riesgos de padecer un infarto y otros problemas relacionados con la salud cardiovascular.
Dientes sanos:
El increíble contenido en antioxidantes del té verde ayuda a eliminar las bacterias de la boca, previene la formación de sarro y reduce la acidez de la saliva, hasta disminuir la posibilidad de padecer de caries. Además es empleado para proteger las encías y el esmalte de los dientes, mientras que lucha contra el mal aliento.
Control de la presión:
Debido a sus componentes relajantes el té verde contribuye a regular el nivel de presión arterial de la persona. Al relajar los vasos sanguíneos y lograr calmar los efectos de la tensión alta. Por otra parte sus propiedades se encargan de evitar que los valores incrementen nuevamente en el futuro, por lo que se recomienda su consumo frecuente.
Depresión:
Un estudio japonés afirmó que el consumo de té verde produce una influencia positiva sobre la salud mental, al reducir los efectos de la angustia o estrés. Esto se debe a que es una bebida estimulante del sistema nervioso que incrementa la capacidad de concentración sin afectar a su labor como relajante. Beneficiando así a quienes padecen de problemas de ansiedad o depresión.